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jueves, 26 de enero de 2012

los hombres buenos. Eva Vaz






No tengas miedo,
pequeña,
que soy de los buenos
y he traido muchas cositas.

Ella aún no puede quedarse
preñada.
La madre la eligió por eso.
Y porque si
es virgen
el hombre bueno paga más,
que cuentan que las
virgencitas
curan las infecciones de los
cascos azules.

Cierra la puerta,
negrita,
si te duele te voy a dar
una medicina que te quitará
la sangre.
Que soy de los buenos
y he traído de todo.

La niña se revuelve
con un llanto flaco y encogido
con el corazón de un pajarito.
De repente calla y abre
las piernecitas como un ramal,
hacia su sexo,
hacia la hucha pequeña.

Acaba de vislumbrar
un paquete de galletas.




Voces del Extremo, Poetas en Moguer. Poesía y Canción, VV.AA., Fundación Juan Ramón Jiménez, Moguer, 2004

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